Los niños ya conocían que las hojas son parte de las plantas, que crecen con ayuda del sol, de la tierra y del agua, que cuando llega el otoño, algunas cambian de color y el viento las empuja hasta caerse...., pero aún no sabían que las hojas están formadas por el limbo, el margén y los nervios, y que se pueden estudiar y clasificar.
La seño Ana fue la encargada de explicar el nombre de cada parte de la hoja y la función que desempeña en la planta.
En esta actividad, además de identificar las partes de la hoja, tuvieron que dibujar la mitad que faltaba, trabajando de esta forma la simetría.
Para que los niños/as pudieran observar, manipular e investigar mejor todo esto, les dimos hojas de verdad, de diferentes tamaños y especies.
Una vez observadas, manipuladas y, en algunos casos, hasta olfateadas, era la hora de jugar. Para ello, la seño repartió a cada niño/a un cuadro de clasificación, donde tenían que ir apuntando el tipo de hoja, según sus partes. Aquí lo podeís ver más claro.
Había hojas de distinta especie, y ellos/as tenían que comprobar a qué familia pertenecía la suya, señalándolo tanto en la pizarra digital, como en su cuadro. Fue una tarea algo difícil para algunos, pero con nuestra ayuda, supieron resolverla.
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